La Fuente del Ogro, situada en la ciudad de Berna, Suiza, es conocida por su impresionante escultura del siglo XVI que representa a un ogro devorando a un niño. Esta fuente es una notable atracción turística y un emblemático ejemplo de la arquitectura renacentista en la ciudad vieja de Berna, ofreciendo una mezcla de historia y mitología que cautiva a los visitantes.